El origen e historia de los Vampiros

Posted by Tomás 519 | Posted in | Posted on lunes, diciembre 15, 2008

Bueno hablar sobre este tema se me ocurrio viendo el trailer de una pelicula que involucra vampiros xD (Underworld: The Rise of Lycans, precuela de Underworld), además de tener en cuenta todo el fenómeno Crepusculo.

La palabra Vampiro:
El termino originario procede del húngaro y del serbocroata vampir. Esta palabra, a su vez, parece haber derivado del ruso upyr. Pero hay aún otro probable antecedente: algunos lingüistas sostiene que los rusos la tomaron del tártaro uber, que literalmente significa bruja.
En castellano, la palabra vampiro apareció en el diccionario de la RAE por primera vez en la edición de 1843. Pero ya estaba egistrada entre los franceses -quienes la tomaron del alemán vampir- desde 1751, y antes aún de aparecer en ingles.
Si bien existen sugerentes leyendas en todas las civilizaciones de la Antigüedad, desde Egipto a Sumeria, la primera referencia histórica del vampiro se encuentra en la obra de Lucio Apuleyo, un escritor y filosófo romano, que vivió entre los años 125 y 180. Su novela De Asino Aureo cuenta la historia de dos hermanas malignas, Meroe y Panthia, que bebieron la sangre de un tal Sócrates (ninguna relación con el gran filósofo griego). Las hermanas cerraron las heridas de Sócrates con una esponjilla para que éste no se diera cuenta de la pérdida de sangre, pero cuando al día siguiente se inclinó para beber agua de un río, la esponjilla se cayó al agua, y tras ella la última gota de vida.

El vampiro como muerto viviente bebedor de sangre ya era conocido en las leyendas de algunos países, siendo posible encontrar relatos en Inglaterra y Dinamarca durante el siglo XII que nos hablan de seres parecidos. Con el tiempo, y especialmente gracias a las novedades que aportaba el llamado Siglo de la Luces, donde se vive el triunfo de la razón y el desprestigio de las supersticiones, fueron poco a poco desapareciendo. Pero años más tarde surgió una de las personas que más hizo para avivar estas creencias en el vampirismo, aunque su idea inicial era rebatir su existencia: el padre benedictino Dom Augustin Calmet (1672-1757). Calmet vulgarizó en el siglo XVIII las leyendas y fábulas de Centroeuropa sobre los vampiros, exponiendo en su obra Tratado sobre los vampiros (1746) las historias de estos seres en tierras de Austria, Hungría, Polonia, Serbia, Moravia, Silesia y Prusia, aunque también anotó casos de lugares tan distantes como Perú, Laponia o Inglaterra.

Definición de Vampiro:
En su Dissertatio de vampiris serviensibus de 1733, Zopfius da la definición que pasó a ser clásica:
"El vampiro es un ser maligno que sale de su tumba por la noche para atacar a las personas que están descansando pacíficamente en sus lechos, hombres, mujeres y niños por igual, sin fijarse en edad o sexo, succionándoles toda la sangre y aniquilándolas. A los que antes de morir se les pudo preguntar por la causa de su afección dijeron que personas rcientemente fallecidas habían retornado de la muerte para atormentarlos"

La figura del vampiro sirvió también para una definición de Karl Marx, que en el tomo 1 de Das Kapital establecio que "el capital es trabajo muerto que, como el vampiro, sólo se alimenta chupando trabajo vivo y vive más cuanto más trabajo vivo chupa".

Características de los Vampiros:
  • Fueron humanos mortales, pero ahora están en un estado no exactamente vivo pero tampoco muerto, de ahí que se les llame no-muertos.
  • Se alimentan de la sangre de sus víctimas (antiguamente no se centraba concretamente en la sangre como base de su alimento, sino en el "fluido vital" de los humanos, algo tan etéreo como el alma, pero que nuestra sociedad identifica con la sangre.)
  • Poseen largos y puntiagudos caninos (colmillos).
  • No se reflejan en los espejos. Esto no se cumple con el vrykolakas griego, que sí se refleja en ellos.
  • Son débiles al agua fluyendo como la de ríos.
  • Se pueden alejar con ajo, pues lo odian por su fuerte olor. En algunas tradiciones, también pueden ser alejados con rosas silvestres.
  • En cuanto al aspecto:
  1. Según algunas culturas, un muerto desenterrado era considerado vampiro si su cuerpo parecía hinchado y le salía sangre de la boca o la nariz. También si notaban que sus uñas, pelo y dientes eran más largos que cuando había sido enterrado.
  2. En Transilvania (Rumanía) se consideraba que los vampiros eran flacos, pálidos, y poseían unas largas uñas.
  3. En Bulgaría se les puede reconocer por poseer un solo agujero en la nariz.
  4. Según algunas culturas, tienen la posibilidad de transformarse en murciélago, rata, lobo o niebla. Sin embargo, la forma que más referenciada ha quedado en la cultura popular es la del murciélago.
  • Aunque en general se supone que la luz del sol mata a los vampiros, en algunas culturas los vampiros no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en algunos casos se habla de vampiros que habían viajado a otro pueblo y llevaban una vida normal. En la novela de Bram Stoker, Drácula, el vampiro puede caminar bajo la luz del sol, si bien sus poderes se ven seriamente mermados durante el día.
  • En cuanto a la muerte:
  1. En algunas culturas, al cadáver sospechoso de ser un vampiro se le atravesaba el pecho con un gran clavo o estaca, de forma que quedara clavado al ataúd y por tanto atrapado en el mismo.
  2. Otro sistema para deshacerse de un vampiro consistía en darle la vuelta para que quedara boca abajo. De esta manera, cuando el vampiro intentara salir al exterior, lo que haría sería enterrarse aún más.
  3. Derivada de la costumbre de clavar al vampiro en el ataúd, existía la creencia de que se podía matar al vampiro clavándole una estaca en el corazón.
  4. El sistema más popular según algunos relatos para deshacerse de forma definitiva del vampiro consistía en cortar su cabeza, llenar la boca de ajos, quemarlo y arrojar las cenizas a una corriente de agua.
  • En algunas zonas de Centroeuropa, existe la creencia de que el vampiro es un ser lujurioso que vuelve al lecho conyugal y deja embarazada a su esposa. De esta relación nacía un niño de características especiales (que varían en cada región), que se conocía como dhampiro.
  • Proyecta sombra aunque la mueven a voluntad y según la acción que realicen. Algunos, sin embargo, no poseen dicha sombra.
  • Algunos, sin sangre, pueden sufrir de amnesia por un momento.
  • Tienen una afinidad natural con la magia, en especial con la magia negra y concretamente la necromancia , capaces de dominarla con mucha más facilidad que el hechicero humano más diestro.


Vlad Tepes: el empalador, la historia del verdadero Drácula.

"No Era muy alto, pero sí musculoso, corpulento, con una cerviz de toro que le ceñía la cabeza, de la que colgaba sobre sus anchas espaldas una ensortijada melena negra. Llevaba bigote, y su rostro parecía aún más energico por sus sobresalientes pómulos. Tenía una nariz aguileña, con las fosas muy dilatadas, y su rostro era rojizo y delgado, anguloso. Sus ojos eran grandes grises, bien abiertos, y las cejas tipidas y negras le daban un aspecto amenazador. Su apariencia era fría. Inspiraba cierto espanto..."

Lo que se puede leer arriba es la descripción fisica de Drácula, el verdadero Drácula, hecha por Nikolaus Modrussa, un delegado papal de la Cortes Húngara.



¿Quién fue Drácula?...

Hace cientos de años, hubo una época en que el mundo(Europa) estaba dividido entre 2 fuerzas que pugnaban en poder.De un lado el Sacro Imperio cristiano y del otro el Reino Otomano.
Hacia 1450, los carpatos y especialmente la zona de Transilvania y Valaquia (principalmente lo que hoy es Rumania) se convieron en territorios con un valor estrategico tremendo, ya que era la conexión entre los dominios turcos y los reinos cristianos.

Como voivoda (gobernador) de Valaquia fue nombrado Vlad, un noble rumano que, al ser armado Caballero de la Orden del Dragón por el rey de Bohemia, adoptó el nombre de Vlad Dracul, osea Vlad el Dragón o (según el significado romano de "dracul") el Diablo.
El Diablo tuvo descendencia: Vlad el Monje, Mircea, Radu el hermoso y el otro Vlad, que se haría conocer como Drácula (la "a" al final significa "hijo de"). Vlad el hijo de Dracul. O Vlad el hijo del Diablo.

A los 13 años cuando acompañaba a su padre a una reunión con el Sultán otomano, fue tomado como rehen con su hermano por los turcos y llevado a Asia menor. Vlad fue un rehén rebelde y agresivo aunque aprovechó los años de cautiverio para aprender todo sobre política y estrategias militares de los turcos, mientras que su hermano Radu el Hermoso se dejó cuidar y mimar por el Sultán. Radu terminaria formando parte del harén del Sultán.

Cuando volvió del exilio, su padre, Dracul, había muerto apaleado, y a su hermano Mircea le quemaron los ojos con un hierro al rojo antes de enterrarlo vivo. Ambos hechos fueron ordenados por los Boyardos (la aristocracia local), a los cuales Vlad tuvo desde entonces odio eterno.

Los turcos lo apoyaron hasta convertirlo en príncipe de Transilvania, pero sólo durante unos meses. Después se convirtió en el rey de Valaquia. Esto ocurrió en 1448, pero los húngaros lo expulsaron por órdenes de Johann Hunyadi, comandante en jefe de los nobles de Hungría, antiguo aliado de su padre.

Durante ocho años, Vlad estuvo viajando por los lugares limítrofes de Valaquia buscando apoyo.
Cuando supo que los turcos habían sido rechazados por los húngaros, se lanzó al ataque para tomar el poder que ostentaba su padre. Junto con un contingente de Transilvania derrotó al comandante e hizo que lo ejecutaran en la plaza pública de Tirgoviste, justo donde había muerto su hermano. Una vez convertido en príncipe, en 1456, los reinos cristianos lo reconocieron como tal.

Vlad se hizo famoso por tres cosas: su increíble arrojo y valentía, su implacable sentido de la justicia y su extraordinaria crueldad, capaz de llamar la atención incluso en aquellos tiempos sangrientos.

Al menos cien mil personas murieron empalados durante los siete años que duraron sus sucesivos reinados: enemigos, traidores, delincuentes de todo tipo y las familias de todos ellos, incluyendo a los bebés, y a elementos de su propia milicia que merecían ser castigados.

En una carta a su ocasional alidao Matthias Corvinus de Hungría, Vlad detalló los resultados de su campaña para echar a los turcos de las orillas del Danubio: "He matado hombres y mujeres, viejos y niños, desde Oblucitza hasta Samovit. Maté 23.884 turcos y búlgaros, sin contar a los que quemamos en sus casa o los que no fueron desca`pitados por mis hombres. 1350 en Novoselo, 6840 en Silistris, 343 en Orsova, 840 en Vectrem, 630 en Tutrakan, 210 en Marotim, 6414 en Gurgiu, 343 en Turnu, 410 en Sistov, 1138 en Nikopolis, 1460 en Rahovo...". Aquí se puede ver esa esactitud, frialdad al tratar las vidas. Asustaba con su crueldad y tambien la disfrutaba.

Su nombre cambio de Drácula a Vlad Ţepeş o Tepes (se pronuncia tse'pesh), que en rumano significa “Vlad el Empalador”. Esto porque su forma de matar favorita era el empalamiento.

El empalamiento consiste en plantar en la tierra una alta y gruesa estaca vertical, puntiaguda, y teniendo al prisionero colgando de una cuerda suspendido sobre el palo, soltarlo para que la punta ingrese violentamente por su esfínter o vientre. Estos prisioneros podían estar horas en agonía gritando, desangrándose lentamente, con la estaca desgarrándolos internamente con cada movimiento que hacían, hasta que finalmente morían.
Otra forma de empalamiento era que se introducía una estaca afilada de 3.50 metros de largo por el ano del condenado, atravesándolo y destrozando los órganos internos; la estaca pasaba a través de la garganta y salía por la boca. Luego era izada y clavada en el suelo. Estos eran los que morían más rápido.
Vlad almorzando serenamente rodeado de cientos de empalados.

Un ejemplo de su crueldad en este aspecto: durante las rencillas internas de 1460, Vlad dio una lección a sus oponentes tomando las ciudades de Amlas y Fagaras y empalando a toda la población. No se puede hablar de menos de 20.000 víctimas, y esa zona no se repobló hasta un siglo después.

Humor sangriento:

"Es war sein Lust und gab ihm Mut wenn er sah fliessen Menschen Blut"

Estos versos de Michel Beheim, contemporáneo de Drácula, son contundentes: "Era su estímulo y su placer / ver la sangre humana correr". De hecho eso lo ponía de buen humor.

Una vez dio un gran festín para todos los mendigos de su tierra (a los que este consideraba que no aportaban nada sociedad) . Durante la lujosa comida les pregunto si no querían verse libre de privaciones y penurias. Los mendigos dijeron que sí, así que Vlad salió y mando a quemar la sala del banquete con todos ellos dentro.
Otra vez se enojó porque un enviado del Sultán se inclinó ante él pero sin sacarse su turbante. El hombre intento explicar que era constumbre entre su gente, que ni ante el Sultán se descubrían la cabeza. Vlad dijo entonces que lo ayudaría a afirmarse en esa costumbre, y mandó que le clavaran el turbante al cráneo con decenas de clavos.

En otra ocasión, Vlad se paseaba entre cientos de empalados y un hombre piadoso le dijo cómo podía soportar el olor que había. Vlad contestó que le agradecía su preocupación, y mandó a empalarlo en un palo muy alto, para que no oliera el olor mientras moría.

Bajo estos hechos no se podía negar que disfrutaba la crueldad o.o.

Vlad Tepes murió a finales de 1476 o principios de 1477, en una batalla contra los invasores turcos. O bien más probablemente decapitado a traición por un asesino a sueldo.

Si bien es conocida su historia y su sadismo, es considerado un valiente y astuto guerrero que defendio a toda costa los intereses de su nación. Los historiadores que defienden a Vlad el Empalador como un héroe nacional destacan que, en aquel tiempo y lugar, el ejercicio del terror total era la única manera de mantener a raya a las fuerzas abrumadoramente superiores que, desde un lado y otro, se disputaban las puertas de Europa y de Asia.
Desde esta perspectiva, Vlad Ţepeş fue un hombre de su tiempo, con la moral de su tiempo e incluso dotado de un sentido de la justicia y el patriotismo poco usual para una época tan convulsa, quien hizo lo necesario para acobardar a los masivos ejércitos extranjeros y a los desestabilizadores del interior.

Como vieron este Drácula no tiene mucho que ver con el Drácula de Bram Stoker, quizas solo el gusto por la sangre.


Drácula de Bram Stoker: el vampiro eterno.

Drácula (Vlad Draculea), protagonista de la novela homónima del irlandés Bram Stoker, de 1897, que dio lugar a una larga lista de versiones de cine, cómics y teatro. Drácula es el más famoso de los vampiros humanos. Se dice que Stoker fue asesorado por un erudito sobre temas orientales, el húngaro Hermann (Arminius) Vambéry, que se reunió algunas veces con el escritor para comentarle las peripecias del verdadero Drácula.
En las primeras páginas de su novela, Stoker insinúa la seducción horrorosa del vampiro. En un castillo decadente, rodeado de un paisaje invernal y solitario, un hombre cultivado, aristocrático y atemorizante acaba de franquear la entrada a un joven inglés con la frase clave: «Entre usted libremente y por su propia voluntad». El conde Drácula no refleja su imagen en los espejos; y es que la superstición decía que el vampiro había perdido su alma (las antiguas culturas relacionan la imagen reflejada con el espíritu). Drácula es peligroso, repugnante y veladamente sensual. Pronto se verá que convive con tres jóvenes vampiresas de figura voluptuosa. Esta imagen del vampiro no es un invento de Stoker, se había desarrollado ampliamente con anterioridad, desde la publicación del relato El vampiro de Polidori en 1816, hasta la publicación de La buena Lady Ducayne en 1896, un año antes de la publicación de Drácula. El vampiro había tomado varios nombres, lord Ruthven, lord Seymour, sir Francis Varney, y había tenido mucho éxito en toda Europa en espectáculos de circo, obras de teatro, melodramas, óperas, novelas, cuentos y folletines.

Mediante diarios personales de los principales personajes y cartas que éstos se intercambian, Stoker desarrolla una historia en la que se revela la desmesurada ambición de poder de Drácula, quien se traslada a Londres y mueve ejércitos de ratas, niebla, lobos, murciélagos y tormentas para lograr su objetivo.

Stoker conocía los detalles de la superstición y refiere los poderes del vampiro a Drácula, tales como:

  • Capacidad de alterar el clima.
  • Lograr obediencia de seres repulsivos, como las ratas, moscas, arañas y los murciélagos pero también de los lobos y los zorros.
  • Fuerza sobrehumana
  • Posibilidad de convertirse en animal o niebla.
  • El vampiro huye de la luz diurna, que lo debilita pero no lo destruye, puede moverse en el mediodía durante un escaso período de tiempo (el conde Drácula en la novela aparece a plena luz del día buscando a Mina Harker).
  • Duerme sobre tierra traída de su lugar natal en el interior de un ataúd.
  • Bebe sangre humana (su único alimento) y convierte en vampiros a las personas a las que asesta su mordedura fatídica y bautiza con su propia sangre. Si únicamente son mordidos no se transforman.
  • Se le puede mantener a raya con crucifijos, ristras de ajo, la Sagrada Forma consagrada y agua bendita, pero para que muera realmente se debe clavar una estaca en su corazón o decapitarlo.

El Drácula de Stoker tiene todos los elementos de los vampiros que lo precedieron, más algunas características tomadas del hombre lobo, cuya historia había sido publicada poco antes.



Fuentes:
-Diversas paginas de internet, incluyendo el blog Escrito con Sangre y wikipedia.
-El Magico Mundo de los Vampiros, Nestor Barron-Frnando Molinari.
:]

Comments (0)