Hay billones de galaxias en el universo observable; y cada una de ellas contiene millones de estrellas. En una de estas galaxias, orbitando una de estas estrellas, está un planeta pequeño azul. Este planeta está regido por un grupo de micos; estos micos no piensan en ellos mismos como micos, ni siquiera se ven a sí mismo como animales; de hecho les gusta enlistar todo aquello que ellos creen que los separa de los animales: Pulgares opuestos, autoconciencia, usan palabras como homo erectus y australopitecus. Tú dices ingles, yo digo sajón… ¿son animales, no? Son micos. Micos con fibras ópticas de gran velocidad, pero, sin embargo, micos listos, tenemos que admitirlo.

Las pirámides, los rascacielos, la muralla de china; bastante impresionante para un grupo de micos. Micos cuyos cerebros han evolucionado hasta un tamaño tan inmanejable, que ahora le es imposible ser felices en algún momento. De hecho son los únicos animales que suponen ser felices.

Todos los animales pueden solamente existir, pero no es así de simple para los micos. Los micos han sido maldecidos con la “conciencia”; y, por lo tanto, los micos tienen miedo, los micos se preocupan, los micos se preocupan por todo, pero especialmente por lo que todos los otros micos piensen. Porque los micos desesperadamente desean encajar con los otros micos, lo cual es difícil de hacer porque muchos micos se odian unos a otros; esto es lo que realmente nos separa de los otros animales, que estos micos “odian”. Odian micos que son diferentes, micos de otros lugares, los micos de otro color. Los micos se sienten solos, todos los miles de millones de micos.

Algunos micos le pagan a otros micos para que escuchen sus problemas. Los micos quieren respuestas y saben que van a morir, así que los micos fabrican dioses y luego los adoran. Luego los micos empiezan a discutir sobre cual de los dioses fabricados es mejor; entonces se molestan realmente y empiezan a pensar que es el momento de empezar a matarse unos a otros. Así que los micos financian las guerras, los micos hacen bombas de hidrógeno y llenan el planeta entero de bombas listas para explotar. Los micos simplemente no lo pueden evitar.

Algunos micos tocan música a una multitud de otros micos. Los micos hacen trofeos y se los entregan unos a otros; como si significara algo. Algunos micos creen que ya lo han pensando todo. Algunos de los micos leen Nietzsche. Los micos discuten sobre Nietzsche sin considerar ni un momento que Nietzsche sólo era otro mico. Los micos planean, se enamoran, los micos tienen sexo y entonces hacen más micos. Los micos hacen música y, entonces, los micos bailan, ¡bailen micos, bailen! Los micos hacen demasiado ruido. Los micos tienen tanto potencial, si sólo se aplicaran. Los micos se afeitan la cara y las piernas, en negación absurda de su verdadera naturaleza primate. Los micos construyen guardias gigantes de micos que ellos llaman “ciudades”. Los micos dibujan innumerables líneas imaginarias en el suelo. Los micos se están quedando sin petróleo que es lo que mueve su precaria civilización. Los micos están acabando y contaminando su planeta como si no existiera el mañana. A los micos les gusta pretender que todo esta simplemente “bien”.

Algunos de los micos incluso creen que el universo fue creado para su beneficio… Como puedes ver, estos micos están jodidos. Estos micos son a la vez las criaturas más hermosas y horribles del planeta. Y los micos no quieren ser micos, quieren ser algo más…¡¡PERO NO LO SON!!