Y Sí Que Pasa

Posted by Tomás 519 | Posted in , , , | Posted on lunes, agosto 02, 2010


Qué es más decepcionante? Ser uno la persona que se cae, la que no cumple con las expectativas propias y de los demás, y se encuentra en una posición donde expele fraude hacia las demás personas y hacia uno mismo. O presenciar como individuos se presentan con perfiles que no logras diferenciar en ellos, facetas que imaginabas en cualquier otra persona menos en la que tienes al frente y que creías conocer.

Es miedo lo que aparece en la primera situación? Temor de que la decepción provocada te aleje de tus seres y convivientes? Tal vez. Pero en este caso presentas una ventaja en tu salud interior: sabes la manera que afrontaras el error cometido, si lo remediaras o intentaras cambiar, o simplemente lo dejaras y no le darás importancia. Pero en el caso de que otra persona sea el defraude uno no puede saber las la forma de asimilación de las consecuencias en este individuo, no logras percibir a primera vista el arrepentimiento o la posible indiferencia.

La confianza es un elemento fundamental, la que te otorgan y la que das. Cómo intuir si debes entregarla? No existe manera racional (que yo conozca), debemos analizar nuestras emociones, comportamientos externos y evoluciones. ¡¿Qué más difícil confiar en el autor de una reciente decepción?!.
En momentos todo parece una mierda, pero encontrar un punto que no dependas (en un cien por ciento) de las acciones de otros para mantener el equilibrio emocional (enlazado al de supervivencia) es lo que motiva en cierto modo. Para mí.


Un ligero tic secreto, una golpiza al amor en el momento en que parte de los afectados están muy lejos para ser salpicados, hasta ahora.

Comments (1)

La confianza, la con....fian...za... ¿es difícil ganarla y fácil perderla? ¿vale la pena? ¿existe? ¿se construye? ¿dónde está? ¿se come? ¿sólo la tiene un religioso?
¡viva la confianza! la que sostiene y la que destruye.