Algo, tanto tiempo...

Historias que no necesitan ser sagradas
Para despertar ilusión en cada corazón inocente,
Caminos del envejecimiento que motivan
A la destrucción de la agobiante rutina.

Es lo que todos deseamos, pero nadie quiere admitir
Degollar, gritar y esquivar todo lo correcto que has suscrito.

Cada día levantamos nuestra vista
Para ver si nos mata un rayo, cada vez destruimos más
Nuestras culpas, nuestros placeres inalcanzados,
Los odiamos quemar.
Gustaríamos más incendiando nuestro hogar
Para perder todo lazo con esta tierra bendita,
Que nos han entregado con múltiples razones,
De las cuales ninguna nos excita.

Destrucción de nuestra agobiante vida,
Insinuación al desborde, al desperdicio de nuestros fuertes y guaridas
Es lo que todos deseamos, pero nadie quiere admitir
Degollar, gritar y esquivar todo lo correcto que has suscrito.

Quizás nunca debí nacer aquí
Nunca fui merecedor de tanto apoyo
Nunca perdone el amor entregado
Quizás nunca debí actuar como querían

La tentación de vender mi cuerpo para renacer
Una hojeada al más allá, tan visible desde nuestro exterior
Tan sutil, tan grotesco, ideal para nuestras pasiones
No es que busquemos perecer, es que odiamos vivir así.

Destrucción de nuestra agobiante vida,
Insinuación al desborde, al desperdicio de nuestros fuertes y guaridas
Es lo que todos deseamos, pero nadie quiere admitir
Degollar, gritar y esquivar todo lo correcto que has suscrito.

Encuentra, mutila y extermina. Da vuelta tus ojos y comienza de cero.