Escribiendo un manifiesto, descargando la sensación, inversa, muerta, distorsionada en reacción. Comprendiendo hace años la inestabilidad de la comprensión humana, buscando la vida eterna pero matándola cada semana.
Sabes que es entender a tu hermano, sabes pensar no como humano. Los pantallazos que sacan en el metrotren evaluando tu cintura, compostura y estímulos. Descargando luces coloridas no naturales para tu erección, esto es la vida, creada a la medida, del hombre occidental: la tremenda creación.
Cada mes, día y weba, se implanta la moda superflua, desarrollada por expertos en desquite monetario, expertos en vacios legales, originales, fantasmales, como espíritus omnipotentes que contrarios al paraíso que profesan, buscan enterrar y violar al más pobre enfermo de la cabeza. Su comando, la gran televisión, espectacular sepulturero, crucificar es su pasión, marginan a los jóvenes desbordados, pero por las tardes su basura festivalera llena de mierda los oídos, cerebro y corazón, donde queda la desesperanza?
Entendemos la cagá dinámica de hoy en día, pero son muchos los ignorantes no culpables que ayudan a su propia pudrición diaria, destrucción no constructora de la revolución abunda en los encapullados espíritus, llenos de sueños sobrecargados de poder, sexo y fama, donde ser narco, farandulero y choro son las ilusiones prendidas en cada cama.
Para que hablar de los honorables escurridizos, que sin importar mucho el color, se corrompen fácilmente por el grandioso olor de las conexiones, el mundo a un paso, la felicidad a solo un escalón, que son los principios y la fidelidad si mi virtual alma puedo arrendar.
Chupa, chupa, chupa torniquete, que tu pobre existencia es tan irrelevante para ellos, más apreciable es tu bolsillo y ataúd, que bonito se ve en las cámaras, prendidas de emoción, lloran tu muerte, mientras te practican castración.


pis aut.