- ¿se puede?

- depende de lo que quieras, si quieren, si pueden, si puedes, bla bla bla.

- ¿y vale la pena?, o sea el sacrifico siempre existe pero no logro dimensionar las heridas y sus cicatrices.

- no hay sacrificio, solo es un salto, tienes que esperar caer en el río, pasto o una montaña de calida mierda. No puedes desear disfrutar de los colores si no abres los ojos, pero solo es un pequeño movimiento, no lo sientes importante, no te afecta, se torna común y lo llegas a sentir insignificante, pero siempre existe ese miedo de no encontrar colores y maravillas visuales, y toparte con el holograma más horripilante que hayas visto en tu miserable y corta vida, que si es lo peor será la oscuridad, no hubo sacrificio pero tampoco recompensa, quien sabe, yo digo que lo hagas.

- no me convences mucho, algo flojas tus ideas. Digamos que me atrevo, resulta, pero ¿y después que?, tomando lo que dices, al final terminare parpadeando todos los días, cada segundo, todo momento algo diferente, no hay un camino directo o que se yo.

- Así es como funciona, la vida es molestias, cambios, acción y reacción, tu haces algo y llega algo, blanco, negro o morado; la espontaneidad rutinaria, mi querido drugo. Puedes estar sentado, tocando las 6 y 5 en la pequeña curvilínea y de un momento a otro puedes estar muerto por un derrame cerebral que venias venir o simplemente puedes volver a escuchar ‘this is how you remind me, of what i really am’. Toma la decisión veras que pasa nada, lo peor que puede acontecer es que explote el universo y aún sobrevivas.

- en todo caso… no hay daño colateral, la sangre no significa nada, pero ¿y que pasara con ella?

- ella estará allí, donde la dejaste, pero más pequeña, más alegre, pero la bendita bastarda se volverá a inflar. Es un chiste, de muy buen gusto.

-¿me acompañaras supongo? Necesito alguien que limpie mis pequeños desastres.

-Obviamente, estaré cada incomodo momento, podría hasta llegar a hacer jabones o crear cuentos para poder satisfacer tu misión…nuestra misión.